Las cinco claves que don Francisco Cerro ha pedido vivir para este Curso Pastoral
La Archidiócesis de Toledo celebraba, este sábado 4 de octubre, la Jornada de Inicio de Curso Pastoral, que contó con un extenso momento de adoración eucarística y una meditación dirigida por Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo.
El prelado glosaba el texto de los Discípulos de Emáus (Lc 24, 13-35) para compartir varios puntos en la meditación y exhortar a vivir cinco claves importantes para este curso pastoral 2025-2026.
Cinco claves para vivir el curso pastoral
Oración personal diaria delante del Señor: Mons. Cerro ha pedido que todos los miembros de la Iglesia diocesana practiquen la oración personal diaria “por lo menos ese cuarto de oración que hablaba santa Teresa de Jesús”.
Cuidar la centralidad de la Eucaristía: “Vivir la Eucaristía celebrada, comulgada y adorada que son las tres manifestaciones de este sacramento” ha resaltado; invitando, de manera especial, a vivir la adoración a Jesús Sacramentado.
Cuidar el sacramento de la Confesión de manera frecuente y el acompañamiento espiritual: El Arzobispo ha subrayado en cuidar el sacramento de la reconciliación y ha agradecido la tarea de tantos sacerdotes que acompañan espiritualmente a muchas personas; especial énfasis de agradecimiento ha expresando hacia la Asociación “Betania”, surgida durante el Año Sacerdotal que la Archidiócesis de Toledo celebraba durante el curso pastoral 2023-2024. “Todos necesitamos ser acompañados espiritualmente” ha abundado don Francisco Cerro, quien también ha tenido palabras de agradecimiento para “tantos catequistas que acompañáis a tantos chicos”.
Cuidar el amor a la Virgen María: El prelado, de manera especial, ha invitado a rezar diariamente el santo Rosario “el arma que ofrecía la Virgen María en Fátima para conseguir la paz”.
Cuidar la vida comunitaria: Por último ha insistido en cuidar muchísimo los encuentros sacerdotales y los encuentros pastorales diversos. “Que sea sagrada nuestra presencia en los diversos encuentros que la Iglesia ofrece (…) porque perder de vista la dimensión de nuestra vida comunitaria es perderse. El individualismo nos hace no volver al Amor Primero” ha abundado don Francisco Cerro.